25.2.09

Vecinos x Una Vivienda Digna ...


CoRrIeNtEs dE PiE- pORtAL AlTeRnAtIvO...

UN RECLAMO DE MAS DE 20 AÑOS 25/02/2009
Pedido desesperado de vecinos por viviendas en el Quinta Ferré


FUENTE : DIARIO EPOCA

La situación habitacional de los sectores I y II es cada vez más precaria e insalubre. Sus hogares de chapa y cartón están ubicados entre pasillos donde el terreno es fangoso y la inseguridad es moneda corriente. Algunos no cuentan con cloacas ni servicio de agua. Temen por contagio de enfermedades.


“Queremos una vivienda digna donde podamos vivir con nuestros hijos, somos gente de trabajo y estamos dispuestos a pagar”, sentenció a “época” ayer una de las vecinas que integra la comisión vecinal del barrio Quinta Ferré, quienes hace más de 20 años vienen pidiendo la construcción y urbanización de los sectores I y II de la zona.
María Teresa Aquino habita hace más de 40 años en un terreno donde sus padres y abuelos levantaron con sus propias manos la humilde vivienda en la que habitan sin contar con las mínimas necesidades básicas satisfechas. El lugar presenta todo tipo de características inadecuadas para estar siendo ocupado por familias conformadas, muchas de ellas, por más de cinco o seis hijos de cortas edades y personas ancianas con problemas de salud.

Como ella, son alrededor de unos 40 grupos familiares los que vienen solicitando al Instituto de Viviendas de Corrientes (INVICO) la construcción de viviendas y apertura de calle en la cuadra ubicada entre las calles Rafael Obligado y Mar del Plata, detrás de la Escuela Nº293.

Ambos sectores fueron censados hace varios años y en algunos alrededores se llegaron a construir viviendas, pero el resto quedó con la ilusión de tener su casa propia, hecho que aún hoy no pueden concretar.

Llegar al lugar sin conocer su ubicación es como buscar una aguja en un pajar. El terreno en bajada está rodeado de pasillos (son alrededor de cinco) por donde todas las noches, principalmente los fines de semana, son habituales las corridas de delincuentes que, escapándose de la Policía, buscan esconderse entre los ranchos. “Esto es un peligro, todos los días estamos con miedo de que alguna bala pegue a alguno de nuestros hijos o a nosotros mismos”, dijo Claudio Blanco, otro de los vecinos, quien resaltó que muchas veces la gente los discrimina por el lugar en donde viven englobándolos a todos como delincuentes “cuando en realidad no todos somos iguales, nosotros somos un grupo de personas que queremos mejorar nuestras condiciones de vida y darles un futuro digno a nuestros hijos, ya que nuestros padres murieron sin poder concretar su sueño: una casa propia”.
Por otra parte, otra de las preocupaciones es la insalubridad y el peligro de contagio de enfermedades, más aún en estos últimos años con la propagación del dengue, la fiebre amarilla y la leishmaniasis.

Viven rodeados de la basura, el barro, con las cloacas estancadas y rotas, por donde los desperdicios se transportan en aguas servidas por donde los niños transitan poniendo en riesgo su salud. “Cuando llueve esto es indescriptible, tenemos que estar con escurridores en las manos y es una desesperación”, lamentó Claudio, quien junto a unos seis vecinos solicitaron que las autoridades se compadezcan de su situación y se hagan eco de sus reclamos.

Una promesa que sólo alcanzó a beneficiar a unos y a otros no
Los vecinos ubicados en los sectores I y II del barrio Quinta Ferré, que no accedieron aún al mejoramiento habitacional de su zona, recalcaron que se sienten discriminados por las autoridades del INVICO.
Según mostraron a “época” cuentan con una carpeta repleta de notas que fueron enviadas a la institución desde el año 2003, pidiendo la construcción de las viviendas y que según aseguraron en 2006 recibieron respuestas “ilusionándonos” con que iban a demoler el sector y levantar las viviendas, “hecho que hasta el día de hoy no sucede”.

“Nos prometieron que iban a trabajar en nuestro sector, esto no ocurrió y es por eso nuestro constante reclamo, porque como seres humanos queremos una mejor calidad de vida para nuestras familias”, dijo indignada Angela, quien hace 11 años espera su casa.

El grupo de vecinos contó que su primer pedido al INVICO “fue en el año 1984, con un relevamiento de todo el barrio que se dividió en 24 sectores, nuestras esperanzas de tener una casa propia se fueron esfumando cuando vimos construir en otros sectores y no en el nuestro. Hoy, a 25 años de ese histórico momento de alegría para otras familias, nosotros seguimos en la lucha ya no por nuestros padres que fallecieron, en su mayoría, sino por nuestros hijos y nietos, a quienes les debemos un futuro mejor”.