27.3.09

ISMAEL SERRANO EN CORRIENTES , EL SUEÑO DEL HOMBRE DESPIERTO


CoRrIeNtEs dE PiE- pORtAL AlTeRnAtIvO...

ISMAEL SERRANO EN CORRIENTES

El sueño del hombre despierto


FUENTE : MOMARANDU .-

Es la primera vez que Ismael Serrano vino a Corrientes; a sala llena se presentó anoche en el Teatro oficial Juan de Vera, después de un año y medio de una gira que comenzó en España. “Esta gira maravillosa que cerraremos en parte aquí es una ocasión para visitarlos”, dijo, aunque también habló del uso del miedo como herramienta de dominación y de la música como un arma para combatirlo.




Serrano viene con un mensaje helénico en la boca; como Aristóteles dice: “La esperanza es el sueño del hombre despierto”. Es que su disco “Sueño de un hombre despierto", el que presentará hoy, evoca a la música como “aquel lugar que nos permite entender que no estamos solos en la búsqueda de sueños”.
Pero, además, se llevará de Argentina un nuevo disco nacido de diez días de goce en el Teatro Gran Rex. “Venimos a presentar un lugar soñado o la respuesta a esa respuesta en un formato más acústico. En Corrientes también haremos un repaso de toda nuestra discografía”, anticipó en ayer en una conferencia de prensa de la que participó Momarandu.com.

Viniste a la Argentina muchas veces, ¿qué te conmueve hoy de este país?

Lo he visto crecer. Lo vi vivir cada etapa de la historia reciente, de la que además me siento parte. Es que, aunque suene a frase hecha, aquí me siento como en casa. Viví el espejismo previo al 2001, y la debacle a la que dio lugar, a la pérdida de autoestima. Ví también al país intentando recuperar esa autoestima. Estoy agradecido con el pueblo argentino, que me ha sido muy cálido, como lo ha sido con muchos otros músicos españoles. Yo me siento en deuda con Argentina.

Pero ¿qué opinas de la actualidad de los conflictos entre Argentina?

Con relación a ese tradicional enfrentamiento entre, como se ha llamado, la oligarquía y sectores populares, creo que es un tema que tiene muchas aristas. Fundamentalmente en la gira del año pasado lo sentí un poco más fuerte. Siento este conflicto, porque Argentina podría sacar provecho del actual contexto de crisis internacional, podría mejorar su estatus desde el punto de vista económico, y sin embargo tropieza con una vieja piedra con la que ya ha tropezado.

¿Qué piensas de los nuevos líderes latinoamericanos?

Bueno, tampoco es posible interpretar a la Argentina sin ese contexto, el del nacimiento de nuevas figuras políticas que responden a la necesidad de la gente de encontrar modelos diferentes a los que se habían establecido; nuevas sensibilidades que a veces da la sensación que se quedan en puramente lo formal. Es que a veces uno es exigente con la clase política; a mí me cuesta encontrar referentes. En el caso de los políticos latinoamericanos, tienen ahora una responsabilidad muy grande porque se han depositado en ellos muchas esperanzas.

Pero lo malo no es el desencanto de la clase política, sino cuando la gente duda de las instituciones, proque cuando se devalúan las instituciones no sólo se devalúa la política, sino también la democracia: la gente entiende que con su voto no puede cambiar nada. Creo que esto se debe a que los cambios no son estructurales, a que no se revisa el sistema.

Me resulta extraño cómo a veces los derechos otorgados son considerados como dádivas, como gracias que el magnánimo gobernador otorga a los ciudadanos: no se porqué la ciudadanía lo permite. La ciudadanía no es conciente de su capacidad a la hora de decidir y de la que tiene cuando participa. Pero mucho más me sorprende que la participación no ocurra cuando es crucial que las instituciones den respuesta a esas ilusiones, a esas esperanzas. Se deben avanzar con modelos alternativos a los neoliberales, que a la vista de la crisis actual han demostrado ser un fracaso.

¿Crees que en ese “desencanto” tiene origen el éxito en Latinoamérica de tu canción “Papá cuéntame otra vez”?

Esa fue una de las cosas que más me llamó la atención cuando llegué a Latinoamérica; que esa canción tocara el corazón de la gente de aquí. Porque esa canción se teñía de un espíritu local, hablaba del desencanto de una generación en España; pero luego te das cuenta de que esos paralelismos históricos, esos procesos, los compartimos.

Hay mucha gente que no supo entender esta canción, que la interpretó como un arrebato de nostalgia y no supo leer la carga de ironía detrás de ese niño que pedía a su padre que le cuente aquella historia de revoluciones tan diferente a la que podemos observar ahora .

Ayer morían en Bosnia, hoy mueren en Bagdad, espero que en algún día pueda decir "morían en el pasado". No quiero perder la esperanza, porque además hay muchas certezas. Creo que al fin esta canción quedará como un testimonio de un mundo desigual.

¿Crees que ésta esperanza puede ser una certeza?

Así lo creo, aunque sea apelando al instinto de la especie. No puede ser de otra forma, por pura lógica.

¿Qué crees que es necesario para lograrlo?

Tenemos que recuperar ciertos valores esenciales que hemos perdido. Creo que el ser humano vive en conflicto con su propia vida. Somos animales sociales que, sin embargo, vivimos en una sociedad atomizada. Vivimos en la era de la comunicación pero estamos totalmente desincronizados. Creo que si recuperamos las esencias y entendemos que las crisis son una oportunidad para revisar el sistema, estaremos un poco más cerca.

En cualquier caso más temprano que tarde, no se cuando llegará, pero creo que es el futuro mejor. No es un espejismo. Si uno cree, no debe desistir. Tenemos la fuerza para seguir adelante, porque lo que impulsa al hombre, la vida, es la ambiciones de crecer por tanto, de mejorar tanto en lo personal como en lo colectivo. En lo colectivo en tanto y en cuanto somos animales sociales que nos conmovemos ante la lucha ajena, aún cuando vivamos en un modelo de sociedad que nos aísla, que nos distancia a los unos de los otros.

El miedo es un tema recurrente en tu obra, ¿qué piensas de eso?.

El miedo desde el punto de vista político es una herramienta se utiliza para mucho: es dentro del sistema un elemento grave que produce el aislamiento. La música, en ese sentido, es tremendamente útil para enfrentar al miedo. Porque cuando te sales acompañado te sabes más fuerte ante la adversidad, y por lo tanto puedes enfrentar a tus miedos.

¿En qué aspectos de la vida crees que se demuestra?

El miedo aparece en todos los ámbitos de nuestra vida. Desde el punto de vista laboral: nuestro miedo a perder el trabajo, puesto que todo es tan precario, más aún entre la gente más pobre. Hoy estás aquí y mañana no se sabe. El miedo al trabajo causa que consideremos que es un privilegio tener trabajo y por lo tanto que no reparemos en las condiciones laborales en que nos encontramos.

El miedo a los que vienen de afuera alienta la xenofobia. Tienes miedo y no enfrentas los problemas reales. Un ejemplo es lo que sucede ahora en Europa, donde se están viendo brotes de xenofobia que se creían superados pero fueron desatados por la crisis económica.

Leyes nacionalistas en Londres contra la mano de obra extranjera; leyes en Italia impulsadas por Berlusconi instando a los médicos a que denuncien a pacientes que son inmigrantes ilegales; directivas europeas que restringen la entrada de inmigrantes disponen su detención en centros.

Desde el punto de vista político, esto es crear una cortina de humo para ocultar las causas de un problema. El miedo a la inseguridad, al terrorismo, hace que vayamos perdiendo derechos adquiridos. Todo se sustenta en el miedo.

¿Qué responsabilidad le cabe a los medios de comunicación la difusión de ese miedo?

Los medios de comunicación cumplen una gran responsabilidad. Fundamentalmente porque se convierten en difusores del espectáculo. Vivimos en una sociedad de consumo en lo que todo parecer poder ser consumido. La música es también es tratada como un objeto de consumo; como consumo mediático, y las noticias también. Esto claro que genera miedo e incertidumbre.

En España hemos vivido en ese sentido una etapa bastante dura. Los medios de comunicación han tratado de generar crispación, desencuentro, miedo. “España se rompe” decían, todo era terrible, y sólo porque ha ciertos sectores de la política así les convenía. Hay una película de Michael Moore que curiosamente dio en la clave de esto: hgace una radiografía de los medios de comunicación en Estados Unidos concluye en que todas noticias hablan de la inseguridad, del terrorismo, en fin: instalan el miedo en la gente, que se incomunica y les hace ver hasta a su vecino como alguien de quien no sabe qué esperar.

¿Crees que una canción puede salvar el mundo?

Realmente no lo sé, creo que es algo muy ambicioso (ríe). Pero sí creo que genera puentes de diálogo que hacen que se miedo se rompa. Convertir un concierto en una celebración en que los participantes comparten sentimientos y emociones también ayuda a romper esta barrera ,y a entender que no estamos solos.