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ACTOS POR MALVINAS, UNA FECHA DE CORAJE Y DOLOR
Las secuelas de Malvinas cobran una vida por mes
Fecha Publicación: Viernes, 03 de Abril de 2009
El 2 de abril también se conmemoró en Londres. La presidenta Cristina de Kirchner estuvo acompañada por ex combatientes, entre ellos un correntino, Orlando Pascua .
A 27 años de la guerra de Malvinas las secuelas siguen calando hondo en los sobrevivientes, tanto en lo físico y como en lo psíquico. Ayer se rindió homenaje a los caídos en las islas y a los que pudieron regresar, pero en Corrientes también se reflexionó sobre el estado actual de los que estuvieron en combate. Lo hicieron con una advertencia muy clara: “Cada mes se nos muere un ex combatiente”.
Así lo señaló el presidente del Centro de Ex Soldados Combatientes en Malvinas de Corrientes, José Galván, quien es además titular de la Coordinadora provincial de centros de ex combatientes.
Además destacó la necesidad de una contención sanitaria que va más allá del ex soldado relegado en la posguerra al olvido oficial. “También en el último año se están registrando casos de suicidios de hijos de ex combatientes y dos intentos que incluyó uno de una esposa”, alertó Galván.
Por eso reclamó agilizar planes de asistencia médica y psicológica para los núcleos familiares, como el proyecto del centro de rehabilitación que se instala en el Casa malvinera que funciona en la capital correntina.
Desde que terminó la guerra al menos un centenar de ex conscriptos murieron en la provincia, ocho de ellos por suicidios y el resto por secuelas de la guerra, según datos aportados por Galván.
En Corrientes son poco más de 800 malvineros que con sus familiares llegan a casi 5 mil. El 98% de los ex soldados (hoy con 45 años) no recibió tratamiento psicológico.
Homenajes
Durante la mañana del 2 de abril se desarrollaron los actos programados por el Centro de Ex Combatientes. Primero participaron junto a sus familiares y amigos de una misa en la parroquia Santa Rosa de Lima y a las 10.30 realizaron un acto en la plaza 25 de Mayo, con presencia de funcionarios provinciales encabezados por el ministro de Hacienda Sergio Tressens. Luego colocaron una ofrenda floral en la Cruz Mayor del cementerio San Juan Bautista. En el atardecer participaron de una ceremonia en la plaza Giacchino.
Desfile
Por su parte, la Federación de Veteranos de Guerra de Corrientes, otra entidad de los que estuvieron en Malvinas, llevó a cabo un acto durante la mañana en la costanera capitalina, frente al Monumento a los Caídos.
Participaron miembros del Ejército y las fuerzas de seguridad, además de funcionarios del Municipio de Capital y de Riachuelo; ministros y subsecretarios de la Provincia, entre otros. Finalizado la entrega de reconocimientos, se realizó un desfile cívico militar.
“Movilizados”
También participó de esta ceremonia un grupo de ex soldados “movilizados”, aquellos que durante el conflicto fueron trasladados al Sur del continente pero no entraron en combate. Actualmente este sector mantiene su reclamo por una pensión y cobertura social a partir de un campamento instalado frente a la Legislatura provincial.
“Para nosotros, cada 2 de abril es una fecha especial porque participamos activamente de una u otra manera. Para nosotros es más que un hecho político: también fuimos a defender a la Patria”, dijo uno de los “movilizados”.
El titular de la Federación, Walter Rogido también habló sobre la fecha: “Al acto de Malvinas hay que darle el marco de respeto que se merece: recordar a héroes de la Patria es lo más grande que debería tener una Nación. Si lo tomamos al 2 de abril como un feriado más estamos muertos”.
Asimismo advirtió que “estamos a 23 días de perder más de 8 millones de kilómetros cuadrados de nuestro territorio nacional” en torno a las Malvinas, en referencia a gestiones no cumplidas por parte de la Nación ante las Naciones Unidas y la Corte de La Haya, competente en litigios territoriales.
De esta manera se vivió otro 2 de abril en Corrientes, fecha en que se resalta a los verdaderos héroes, los que cayeron. Pero también a los que siguen luchando por sobrevivir en una dura posguerra de olvido, muerte y batallas cotidianas.
