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"La policía mata y sigue trabajando al otro día"
fuente .- PORTAL DE LA cOMISION pROVINCIAL DE DD HH
Se negaron a declarar los seis policías imputados en la "Causa Arapí", los agentes Juan Ramón Vallejos, Juan Carlos Díaz, Esteban Fabián Blanco, Ramón Leiva, Alberto Alfonzo y el Sub-Comisario Rene Raúl Piris que están acusados de los delitos de homicidio, el primero de ellos y encubrimiento calificado los restantes. El primer testigo apuntó contra la policía y aportó sobre una prueba clave.
El Tribunal rechazó por unanimidad el planteo realizado por la defensa de los imputados que consideró, en un planteo calificado como dilatorio por la querella, que el "auto de elevación" era nulo, y asimismo expresó su queja por el "requerimiento fiscal". El Tribunal, presidido por Gabriela Aromí de Sommer, quien está secundada por el Dr. Coccia y la Dra. Varela, falló que el auto de elevación de la causa cumplía sobradamente con todos los requisitos de forma, exigidos por el Código Procesal Penal de la Provincia de Corrientes.
A renglón seguido se leyó de manera extensa (casi una hora) la acusación y cada una de las pruebas que existen contra los seis imputados.
Lo que llamó la atención al preguntarle sus datos personales a cada uno, es que en todos los casos los policías continúan ejerciendo como funcionarios policiales (en la mayoría de los casos como efectivos de calle) , salvo el caso del Sub-Comisario Piriz que es retirado, o sea que siguen participando de operativos y portando armas , pese a estar procesados por un homicidio, precisamente en el ejercicio de sus funciones.
Luego el tribunal invitó a los acusados a hacer uso del derecho a declarar y en todos los casos se abstuvieron.
Por último declaró Liliana Beatriz Arapí, hermana de la víctima Ramón Arapí , quien testimonió que aportó un casquillo de 11,25 milímetros que fue recogido en el lugar del hecho. Calibre del arma que utilizara únicamente el acusado de homicidio Juan Ramón Vallejos, ya que los otros 4 efectivos tenían 9 milímetros. Dijo además una frase cargada de sentido común y que resume el asombro y la indignación de la familia: "la policía mata y sigue trabajando al otro día".
Además la testigo Arapí apuntó contra el encubrimiento policial , ya que la Comisaría 8ª no recogió pruebas ni protegió el lugar del homicidio, circunstancia que es fácil de prever si se tiene en cuenta que las diligencias recayeron en manos de la propia fuerza involucrada en el crimen.
